miércoles, 7 de mayo de 2025

Avaricia

Alexa y Carmela pasaron la noche en casa de María Eugenia, prima de Alexa. Como solo había una cama —la de María Eugenia—, ellas durmieron en el suelo, acomodándose como pudieron. La casa estaba ubicada en un exclusivo barrio de estrato seis, en la ciudad de Cali, y reflejaba el nivel de vida acomodado de su dueña.

A la mañana siguiente, salieron a desayunar cerca de allí. Al regresar, le entregaron a María Eugenia un billete de veinte mil pesos, que ella recibió sin titubear. En ese entonces, era una suma considerable. Alexa y Carmela no pudieron evitar sentirse sorprendidas. Les resultaba difícil comprender cómo alguien con una situación económica tan holgada podía aceptar ese dinero, sobre todo sabiendo que Alexa atravesaba un momento difícil de salud.

  


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