Cuando tenía unos seis años hubo un temblor en
Roldanillo y recuerdo ver a mi hermano pegado al árbol de mango gritando San Emigdio.
Años después supe que San Emigdio es a quien se encomienda en los momentos difíciles.
Nuestra casa nació de un gesto pequeño, casi humilde, pero cargado de esperanza: la decisión de mi padre de comprar un terreno. Costó dosc...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario