sábado, 8 de febrero de 2025

Embarazo ectópico

 

Clara trabajaba en Bogotá, Una tarde cualquiera, hablaba por teléfono con su mejor amiga. Entre pausas cargadas de silencio, por fin le contó la verdad: estaba embarazada. Le confesó un pensamiento fugaz: tomar la pistola de su hermano dispararse en la sien y así desaparecer. La idea no era nueva. Pensaba en  la enfermedad incurable que padecía, y la poca esperanza que tenía.

Colgó el teléfono con una especie de alivio triste. Entonces, como por instinto, encendió el computador. La canción El alfarero empezó a sonar, como si alguien invisible la tomara entre los brazos. Y no apretó el gatillo. En cambio, se derrumbó en llanto hasta calmarse.  Lloró sin miedo decidida a continuar.

Un mes después, tuvo que someterse a un aborto porque el embarazo era ectópico. Clara siguió con heridas que no se veían, con ausencias que nadie nombraba, pero con el eco de aquella canción aun susurrándole al oído: “haz de mí lo que tú quieras”.

 


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