Sabas, el loco, convertido un guiñapo estaba acostado en posición fetal en la banca del
parque principal. Acechaba hacia la entidad bancaria cuando salió una señora
con su bolso asido en el hombro. Sabas se paró muy rápido, iba en dirección a
la señora que aceleró su paso para llegar al auto. Al sentirlo cerca se dio
media vuelta y con los ojos ensanchados empezó a gritar. Sabas neutralizó al
joven que amenazaba a la señora con una pistola y lo entregó a la policía. La
señora amilanada le dice: “muchas gracias” y el loco responde “usted debe estar
alerta con los fleteros”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario